Para empezar, el iQ apuesta por unas vías anchas. Fíjate que los neumáticos –de 17 pulgadas- van casi al límite de la carrocería y que los voladizos son mínimos. También han ganado centímetros en el interior: la unidad de calefacción y ventilación es muy compacta y el salpicadero (con un diseño “tipo pez raya o manta”, explican) tiene un corte minimalista. Lleva una única esfera –una pequeña pantalla- donde ofrece representaciones tridimensionales de la velociad, las revoluciones del motor y del consumo. Además, todos los controles de los sistemas de audio y navegación se encuentran en el volante. Tampoco te pierdas la pantalla del GPS: es transparente y se coloca en el campo de visión del conductor. Así, cuando el aparato va desconectado, se puede ver a través de la pantalla.
Toyota ha adoptado elementos de diseño para aumentar la sensación de amplitud del iQ. Por ejemplo, incorpora un gran techo solar panorámico y se apuesta por un color de carrocería blanco perlado que contrasta con el interior en tonos oscuros.
Fuente:Autopista.com
Toyota ha adoptado elementos de diseño para aumentar la sensación de amplitud del iQ. Por ejemplo, incorpora un gran techo solar panorámico y se apuesta por un color de carrocería blanco perlado que contrasta con el interior en tonos oscuros.
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